11/18/2012

Miguel Hernández (1910-1942): "Nanas de la cebolla" (1939)

 "Nanas de la cebolla" (1939) por Joan Manuel Serrat
  
Miguel Hernández  (1910-1942):
"Nanas de la cebolla" (1939)

(Dedicadas a su hijo a raíz de recibir una carta de su mujer,
 en la que decía que no comía más que pan y cebolla)

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar
cebolla y hambre.

Una mujer morena
resuelta en lunas
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño
que te traigo la luna
cuando es preciso.


Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.

"Nanas de la cebolla" está considerado como uno de los poemas más sobrecogedores de la poesía española del siglo XX. Fue escrito en 1939 en la cárcel por Miguel Hernández, un poeta capaz de transmitir el lirismo más intenso, nacido en Orihuela (Murcia), en 1910, y muerto de tuberculosis en una prisión de Alicante en marzo de 1942, donde se encontraba ingresado por motivos políticos, pues había formado parte del bando republicano durante la guerra civil española (1936-1939) que combatió contra las tropas del general Franco.

Estas "Nanas", consideradas por la escritora hispano-chilena Concha Zardoya (1914-2004) como "las más trágicas canciones de cuna de la poesía española", fueron dedicadas a su hijo Manuel Miguel, nacido en enero de 1939, y escritas en respuesta a una carta de Josefina Manresa, esposa del poeta, en el que le contaba que ella y el niño únicamente se alimentaban con pan y cebolla, a falta de otros alimentos. El matrimonio había tenido otro hijo, Manuel Ramón, nacido en diciembre de 1937 pero muerto prematuramente  a los pocos meses, en plena guerra.

Hernández publicó varios libros excelentes, como Perito en lunas, El rayo que no cesa, Vientos del pueblo o Cancionero y romancero de ausencias, donde está incluido "Nanas de la cebolla" y que recorre los momentos más dramáticos de la existencia del poeta, entre los años 1938 y 1941.


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